“No se nace en vano al pie de un volcán” frase de Jorge Polar.
“Desde el romántico Ambo, hasta el gallardo Panao, desde el bravío Dos de Mayo hasta el bello Tingo María, eres hermoso, Huánuco Primaveral” frase de Nicolas Miller Figueroa.
Coincidentemente en agosto celebramos, el aniversario de dos ciudades representativas del Perú: Arequipa y Huánuco.
¿Qué tienen en común ambas ciudades?
La fecha de su fundación, el 15 de agosto.
En 1540, el español Manuel Garcí de Carbajal emisario del conquistador Francisco Pizarro fundó la ciudad de Arequipa con el nombre de ”Villa hermosa de la Asunción del Valle de Arequipa”1.
En 1539, el comandante español Gómez de Alvarado y Contreras fundó la ciudad de Huánuco con el nombre de “La muy noble y leal ciudad de los Caballeros de León de Huánuco”2.
Historia
La segunda ciudad más importante del Perú sin duda alguna es Arequipa. Antes de su fundación por la corona española fue zona de influencia de culturas preíncas como la Wari, Churajón y Chuquibamba, y el nombre de Arequipa proviene de la palabra quechua “Are-quepay”, que significa: “Sí, quedaos acá” hipótesis establecida por el sacerdote católico y canónigo de la Catedral de Arequipa, Leónidas Bernedo Málaga, en 19493. Durante el Virreinato del Perú, Arequipa es considerada como el centro político y económico del sur del Perú, se establece como una de las divisiones administrativas denominada “Intendencia”, cuya autoridad se ejercía en los aspectos de hacienda, guerra y policía. En los inicios de la República, según el historiador Juan Guillermo Carpio Muñoz relata que Arequipa participó en la búsqueda de la independencia por parte de un grupo de ilustrados arequipeños, en estos doscientos uno años esta ciudad es referente en la región Macro Sur.
Huánuco – en quechua: wanuku – es un modelo de la diversidad social y cultural donde en el periodo preínca, se asentaron varias naciones y etnias. El 22 de febrero de 1812, se produjo la rebelión de Huánuco, llevándose a cabo una insurrección indígena liderados por Juan Crespo y Norberto Haro, esta acción es la primera revuelta regional en el centro del país, reflejo de la consolidación de una identidad criolla y de la apropiación regional de las ideas liberales. Además, de una participación muy activa durante la guerra con Chile, organizando batallones de guerrillas y montoneros que combatieron a los invasores en la campaña de la Breña, liderados por el coronel Leoncio Prado. En la actualidad Huánuco es denominada la “Ciudad de los Caballeros de León”.
Futuro
Poblador y paisaje, constituyen un binomio vigoroso que genera cambio positivo en el ecosistema social con el devenir de los años desde la fundación de estas ciudades, así como, invocando la conocida frase de Heráclito de Éfeso de que, “Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos”; el hombre y la naturaleza, bajo el influjo de las leyes propias que la dominan y que nada se repite. El futuro que se presenta es promisorio y retador.
La Revista XAUXA con el ISSN: 2789-1046, promueve el conocimiento serio y profundo de los hechos históricos y del pensamiento crítico fundamentado sobre las circunstancias que permitan validar la condición de pueblo andino e hispano que hoy nos define como peruanos. Es por ello, que rendimos nuestro saludo reverente a cada ciudad que sigue entregando sus mejores cuadros a través de los denodados esfuerzos en beneficio de la comunidad local, regional y nacional.
Por Coronel EP Ronald Gonzales B. Jefe de Estado Mayor Administrativo 6ta Brig. FFEE Docente Universitario
RESUMEN
El 7 de Junio es un episodio trascendental en la vida republicana del Perú que a lo largo de los últimos años solo se ha convertido en una fecha donde los integrantes de las Fuerzas Armadas y Policiales principalmente, se preocupan en celebrarla a nivel nacional, sin embargo, el mensaje que encierra este hecho histórico debe ser un mensaje de optimismo y esperanza para que la juventud peruana se comprometa a superar vicisitudes y alcanzar objetivos nobles en bien de nuestro amado país. Es por eso que el presente artículo busca hacer resaltar el contexto en las cuales se desarrolló este episodio y la experiencia del autor de participar de una exposición denominada “Trascendencia del 7 de junio en la juventud peruana” en el auditorio de la UNAMAD, Universidad de Puerto Maldonado, ciudad que hoy viene siendo afectada por el alto índice de criminalidad producto de la afectación del medio ambiente que ocasiona la minería ilegal y delitos conexos y donde la 6ta Brigada de Fuerzas Especiales viene conduciendo acciones militares para erradicar estas amenazas.
PALABRAS CLAVES
Bandera peruana, asimetría, cumplimiento del deber, criminalidad en Madre de Dios.
ABSTRACT
The June 7 is a transcendental episode in the republican life of Peru that over the last few years has only become a date where the members of the Armed Forces and Police mainly celebrate it at the national level, however, the message contained in this historic event must be a message of optimism and hope so that Peruvian youth commit to overcome difficulties and achieve noble goals for the good of our beloved country. This article seeks to highlight the context in which this episode took place and the author’s experience of participating in an exhibition called “Transcendence of June 7 in Peruvian youth” in the UNAMAD auditorium, University of Peru. Puerto Maldonado, a city that today is being affected by the high crime rate as a result of the impact on the environment caused by illegal mining and related crimes and where the 6th Special Forces Brigade has been conducting military actions to eradicate this main threat and other crimes related.
INTRODUCCIÓN
La trascendencia del 7 de junio en la juventud peruana fue el nombre de una conferencia que se condujo en la Universidad Amazónica de Madre de Dios, UNAMAD, conferencia que se llevó a cabo en fechas próximas a la conmemoración del “Día de la Bandera” y en el marco de un convenio interinstitucional firmado entre la Universidad Amazónica de Madre de Dios “UNAMAD” y el Ejército del Perú – 6ta Brigada de Fuerzas Especiales, convenio que tiene como objetivo desarrollar la identidad nacional y responsabilidad social en la juventud de Madre de Dios resaltando no solo la importancia de los militares peruanos que participaron en la Batalla de Arica, sino también, trasmitir el significado del mensaje del Coronel Francisco Bolognesi y los defensores del morro, “Tenemos deberes sagrados que cumplir y lo cumpliremos hasta quemar el último cartucho”. Antes de trasmitir el significado de este mensaje, es necesario hacer un desarrollo histórico y caracterización de eventos históricos que permiten configurar claramente la verdadera dimensión condicionante en la cual los defensores del morro se encontraban, así como, cual es el contexto actual que nos obliga a valorar este mensaje adecuadamente .
DESARROLLO
La celebración del “Día de la Bandera” los 7 de junio de cada año tiene como antecedente dos decretos supremos, el Decreto Supremo del 08 de noviembre de 1905, donde el presidente José Pardo y Barreda decreta que todos los 07 de junio el país celebre el “Juramento de Fidelidad a la Bandera” en honor a la gesta heroica del morro de Arica y posteriormente el Decreto Supremo de fecha 30 de abril de 1924 en el cual el presidente Augusto B. Leguía declara que el día 07 de junio deba de llamarse el “Día de la Bandera”.
El día de la bandera trae consigo muchos mensajes y significados, que la sociedad peruana nunca debe de dejar de olvidar, honrar y celebrar. Esta importante fecha es un reconocimiento que hacen los peruanos al acto heroico de un puñado de valientes compatriotas que quizás sea único en la historia militar por las características propias de los hechos, comparable con algunos episodios históricos tal como lo afirma (Mohorte & Sanchez, 2017) donde manifiesta que en la Batalla de Moscú (1941-1942) y la Batalla de Stalingrado (1942-1943), soldados rusos mal equipados pero con una férrea convicción de amor a su patria, resistieron heroicamente ante al poderoso ejército Alemán y a pesar de la diferencias, pudieron los defensores poner fin al intento nazi de invadir Rusia, u otro hecho histórico también de resistencia y estoicismo pero con resultados adversos para sus defensores como fue la Batalla de Berlín (1945) donde los remanentes del ejército alemán, conformado por reservas diezmadas muchos de ellos ancianos y niños, no pudieron hacer frente al Ejército Rojo Ruso, quienes finalmente tomaron por asalto la capital alemana, configurando posteriormente el escenario de Guerra Fría y la división ideológica en el continente.
Pero el hecho histórico ocurrido en nuestro país el 7 de junio de 1879 puede ser muy similar a los eventos anteriores por las condiciones de desventaja que atravesaban los defensores, pero a la vez muy distinto en esencia, ya que no solo era la desproporción de fuerzas entre defensores e invasores, la carencia de adecuados uniformes, armamentos y alimentos, sino que sumado a este disímil escenario, el país se batía en una grave inestabilidad política ocasionado por los líderes políticos que conducían el país y peor aún, el país era afectado moralmente por la fuga de su presidente en plena guerra supuestamente en busca de la compra de armas en extranjero (Vasquez, 2020), es por eso que con justa razón Jorge Basadre definía al Estado Peruano de aquella época como un Estado sin autenticidad, débil, corrompido por corrupción e incoherencias (Cuya, 2017). Es bajo este contexto que se inició la nefasta Guerra con Chile, el ejército invasor después de obtener el dominio marítimo al haber vencido a Grau en Angamos, libra batallas en suelo peruano como son Tarapacá y el Alto de la Alianza, que les permitieron tomar posesión de las dos ciudades más importantes del sur peruano, primero Tarapacá y posteriormente 300 km más al norte, la ciudad de Tacna respectivamente, quedando entre ambas ciudades una ciudadela un poco más pequeña que Tarapacá y Tacna, pero de una gran importancia estratégica, por ser un importante nudo de comunicaciones originado por el cruce de las líneas de tren de Tacna a Tarapacá, adicionalmente la ciudadela albergaba un contingente militar que tenía un valor defensivo natural por estar protegido por un morro de 130 mts. de alto y una costa rocosa aledaña, posición que incrementaba el valor defensivo de las tropas peruanas que defendían este último pedazo de tierra peruana.
La ciencia militar definiría que la potencia combativa relativa, ósea la proporción de fuerzas entre atacantes y defensores sumando elementos de apoyo de combate decisivos como armamento individual, armamento colectivo, el bloqueo naval que impedía la llegada de refuerzos y abastecimientos, del invasor sobre los defensores era 5 veces superior a las peruanas. Bajo este escenario, la suerte de los defensores de Arica podría ya estar echada, es por eso que los invasores, con el fin de evitar un derramamiento de sangre innecesario, según cuenta la historia, envían un emisario para solicitar la rendición de los peruanos al Jefe militar de la Plaza de Arica, el viejo Coronel del Ejército llamado Francisco Bolognesi Cervantes quien lideraba la defensa de la plaza junto con un puñado de soldados mucho más jóvenes que él. Creo que la coherencia y el sentido de supervivencia llevaría a cualquier persona aceptar este trato especial ofrecido por los invasores; pero no fue así, los peruanos que tuvieron a responsabilidad de decidir el futuro de la plaza en estos momento aciagos, liderados por un hombre de mucho mayor edad que ellos, decidieron no aceptar la propuesta, se atrevieron a enfrentar sus temores, solo por un ideal que quizás era lo único que paso por sus mentes y en su corazón, el cumplimiento de un deber sublime, defender su patria con honor.
Luego de la renuncia a este pedido y de la aceptación de defender Arica a cuesta de sus propias vidas, se inició la sangrienta batalla que costó la vida de miles de peruanos, entre ellos la del Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, y donde lamentablemente también se perdió la posesión de la plaza.
Han pasado 141 años de esta epopeya llamada Batalla de Arica, episodio épico que hoy todos los peruanos tenemos el deber de recordar cada 7 de junio, rememorando la hazaña de nuestros antepasados manteniendo incólume e imborrable en nuestras memorias la frase que inmortalizo al Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, respuesta viril y firme que le brindo al emisario enemigo, “Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho” .
Según el último reporte de conflictos sociales en el Perú, en el país tenemos 205 conflictos sociales, 54 latentes y 151 activos (Defensoría del Pueblo, 2022), el contexto internacional es desolador con una guerra asimétrica que ha originado una crisis humanitaria, alimentaria y energética a nivel mundial, así como constantes olas pandémicas de nunca acabar que traen muerte y desolación sumado a un escenario político interno completamente enrarecido que no ayuda para nada a cambiar o al menos mejorar las condiciones existentes y sus efectos en el país. Ante este contexto los peruanos necesitamos más que nunca evocar a los peruanos del 7 de junio de 1879, donde si bien no tenemos un enemigo identificado que te pide rendición voluntaria, ahora y peor aún, el enemigo tiene rostros de hambre, enfermedad, conflictividad social y muerte, este enemigo que enfrentamos ahora es mucho más que 5 veces superior a nosotros.
Ahora el reto y el compromiso es mayor ya que no necesitamos a un viejo soldado que nos convoque para dar respuesta de honor ante el enemigo, ahora son los jóvenes los que tienen que asumir este reto de no vivir la vida sin dignidad, ni sin sentimientos de desprendimiento como el ejemplo de los defensores del morro de Arica (Cuya, 2017), los jóvenes ahora deben de armarse de esperanza y optimismo para enfrentar a los enemigos del país.
Gracias a una decisión acertada del Comando de la 6ta Brigada de Fuerzas Especiales, organización del Ejército del Perú acantonada en Puerto Maldonado que cumple la misión de conducir acciones militares que buscan erradicar la minería ilegal del oro en la Región de Madre de Dios y otros delitos conexos como el narcotráfico y la tala ilegal que no solo hacen daño a la sociedad sino que vienen destruyendo el bosque amazónico pulmón del mundo, se firmó un convenio de cooperación interinstitucional con la Universidad Amazónica de Madre de Dios “UNAMAD” que entre otros acuerdos está la de intercambiar experiencias y crear espacios académicos que permitan desarrollar la identidad nacional y responsabilidad social en la comunidad universitaria, y es producto de estos acuerdos que se llevó a cabo en el auditórium de mencionada casa de estudios una conferencia denominada “Trascendencia del 7 de Junio en la Juventud Peruana”. Mencionada conferencia estuvo a cargos de dos docentes universitarios de mencionada casa de estudios, el Doctor Manuel Felipe Guevara Duarez y el Magister Jaime Colque Cuyo, profesionales académicos que en sus disertaciones resaltaron la importancia de los militares peruanos en este episodio histórico del 7 de junio de 1879, hechos que los jóvenes asistentes a la conferencia les permitieron rememorar a nuestros héroes nacionales.
La tercera disertación estuvo a cargo de mi persona y fue una excelente oportunidad para dirigirme a los jóvenes estudiantes para no solo rememorar el hecho histórico de la fecha, sino y principalmente, invitarlos y comprometerlos con el profundo significado del mensaje de los defensores del morro de Arica, ese mensaje del cumplimiento del deber con honor y sacrificio, mas allá de las condiciones adversas que vive nuestro país y en particular en esta región que ostenta el record de ser el segundo departamento donde las personas de 15 y más años de edad fueron víctimas de algún hecho delictivo, intento de robo y estafa y el primer departamento con mayor índice de inseguridad a nivel nacional (INEI, 2021), pero que a la vez también, Madre de Dios es una Región que posee un potencial enorme para el desarrollo de proyectos de economía sostenible con alto valor social, y porque no decirlo, tiene una gran población con mirada de esperanza y optimismo que motivan a seguir adelante en favor de nuestro amado país.
CONCLUSIONES
El Estado Peruano ha declarado el 7 de junio como “Día de la Bandera” y el día de “Juramento de Fidelidad a la Bandera” en honor a la Batalla de Arica del 7 de Junio de 1879, honrando a los peruanos que ofrendaron su vida en aquella épica historia, pero en los últimos años esta fecha viene siendo celebrado con actividades patrióticas por nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú.
El evento histórico del 7 de junio fue un episodio militar de diferencias asimétricas donde los atacantes eran muy superiores y los defensores solo luchaban con estoicismo y amor a su patria y que a lo largo de la historia militar se presentaron hechos similares como las batallas de Moscú, Stalingrado y Berlín, pero en el caso peruano se sumaba la fragilidad de la clase política peruana.
Las asimetrías hoy en el siglo XXI continúan sumado a efectos colaterales como crisis humanitarias y energéticas, sumado en nuestro país a una continua crisis política, lo que obliga a la juventud peruana a comprometerse con el deber de salir a delante a pesar de las diferencias.
Madre de Dios viene siendo afectado por distintas amenazas que incrementan la inseguridad en esta región, por lo que los jóvenes de esta importante región de la biodiversidad amazónico, tiene que seguir el ejemplo del 7 de junio de 1879, comprometiéndose a cumplir sus deberes con esperanza y optimismo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cuya, R. (29 de Julio de 2017). Las memorias de Miguel Grau. Obtenido de Historia de la Guerra con Chile: https://www.grau.pe/historia-de-la-guerra-con-chile/basadre-explica-por-que-estabamos-condenados-a-perder-la-guerra/
Defensoría del Pueblo. (Mayo de 2022). Portal de transparencia. Obtenido de REPORTE DE CONFLICTOS SOCIALES N.° 219: https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2022/07/Reporte-Mensual-de-Conflictos-Sociales-N%C2%B0-220-Junio-2022.pdf
INEI. (Abril de 2021). PERÚ: Anuario Estadístico de la Criminalidad y Seguridad Ciudadana 2015-2019. Obtenido de Visión Departamental, Provincial y Distrital: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1805/libro.pdf
Mohorte, A., & Sanchez, S. (8 de Octubre de 2017). Las 21 batallas más sanguinarias de la historia de la humanidad. MAGNET, 13-31. Obtenido de https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/las-21-batallas-mas-sanguinarias-de-la-historia-de-la-humanidad
Vasquez, C. (19 de Agosto de 2020). El blog de César Vásquez Bazán – PERÚ: Política, Economía, Historia. Obtenido de La fuga de Prado: https://cavb.blogspot.com/2010/07/mariano-ignacio-prado-el-presidente-que.html
El último 12 de mayo, hubo un sismo de 5.5 de magnitud, cuyo epicentro se ubicó a unos 30 kms al Oeste de Chilca-Cañete-Lima, causando como siempre el temor y la duda en la población, debido a que, desde hace varios años, se le viene diciendo que existe el llamado “silencio sísmico” (por un poco más de 276 años), y se espera que la liberación de energía, ocasionaría un sismo mayor a los 8.8 de magnitud, que afectaría especialmente a la Región Lima. Que, según el Censo del año 2017, “el departamento con mayor población es Lima al totalizar 9 millones 485 mil 405 habitantes; del cual, la provincia de Lima (43 distritos) tiene 8 millones 574 mil 974 habitantes; y la Región Lima 910 mil 431”1 habitantes.
Expertos como el Dr. Hernando Tavera, Presidente Ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú, ha manifestado en diferentes ocasiones, por diferentes medios y de manera insistente que, la población debe estar preparada para afrontar un desastre de gran magnitud, el cual lastimosamente sobrepasaría, las actuales capacidades nacionales.
Hay que tener presente que cada día del año, sucede como mínimo un sismo en alguna parte de nuestro territorio, la gran mayoría de ellos son de pequeña magnitud, de poco tiempo de duración o su epicentro se encuentra a gran profundidad, por ello son poco percibidos por la población.
Mayo, es un mes peculiar para nuestra sociedad, pues estamos a escasos días de cumplir 52 años del terremoto de Yungay, sucedido a las 15:23 hrs., del 31 de mayo de 1,970, con una magnitud de 7.9, cuyas consecuencias lo describen como “uno de los terremotos más catastróficos en la historia del Perú y el mayor del siglo en el hemisferio occidental, afectando con destrucción y desolación a más de 3’140,000 habitantes con el trágico saldo de 66,750 vidas humanas pérdidas. El epicentro del sismo fue ubicado a 50 Km. de profundidad a 30 Km. al Oeste de Chimbote, en el mar, en el departamento de Ancash, a 375 Km. al Norte de Lima”2.
Es sabido que “como un efecto secundario del terremoto el desprendimiento de la cornisa del nevado Huascarán norte, provocó un alud de grandes proporciones que arrasó, en el mismo departamento, la población de Yungay, los caseríos vecinos y otras comunidades en la quebrada Ranrahirca y el valle del río Santa incluyendo Caraz; con la pérdida de 7 a 8 mil vidas”3.
Este desastre natural, marcó un antes y un después en el País, en lo relacionado a cómo enfrentar los desastres, por ello el Gobierno de turno, determinó en el año 1972, la creación del Sistema Nacional de Defensa Civil4. Con ello, “se produce un cambio sustantivo en el manejo de los desastres porque el Estado centra más su atención hacia la seguridad de la gente … y en la descentralización de la respuesta a desastres”5.
Al rememorar este trágico evento, permite poner énfasis en ciertos detalles, circunstancias, coyunturas, situaciones y acciones, algunas de ellas descollantes, que tuvieron relación con este hecho, el mismo que lógicamente es considerado por una parte como triste y desconsolador por las trágicas consecuencias; así como, por otro lado, lleno de empatía, solidaridad y apoyo, en base a las acciones posteriores que unificaron a nuestra Nación.
Algunos de ellos, son los siguientes:
En 1970, el llamado entonces “Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada”, tuvo la ardua tarea de la respuesta, el apoyo post desastre y de la reconstrucción.
La Junta de Asistencia Nacional (JAN), manejo la Ayuda Humanitaria para los miles de damnificados, logrado a través de la primera dama, millones de soles de la época para ayuda.
Mediante Decreto de Ley6, se crea la “Comisión de Rehabilitación y Reconstrucción de la Zona de Afectada (CRYRZA)”, cuya tarea fue ardua y culminó años después.
Ese fatídico 31 de mayo de 1970, a las 1200 hrs., se llevaba a cabo el partido inaugural del Mundial de Futbol “MEXICO 70”, con gran expectativa en toda la Nación, toda vez que nuestro seleccionado participaba en ese evento futbolístico. La Población de Yungay, acostumbraba a juntarse para escuchar los Radios de la localidad.
Asimismo, ese día en la ciudad, el Circo “Berolina”7 (que desde su arribo, fue ubicado en el Estadio Fernández, parte alta de la ciudad y lejos del centro) ofrecía una función vespertina, por lo que familiares, profesores y alumnos (niños y niñas) asistirían a partir de las 1500 hrs., a dicha función circense. El destino quiso que ese casi centenar de personas salvaran sus vidas.
El desastre natural aisló por completo a la ciudad, pues las vías de comunicación quedaron destruidas, socorrer a los heridos y llevar la ayuda humanitaria, era una tarea casi imposible, no se podía llegar por tierra.
La única opción era por vía aérea, pero no había un lugar aparente para aterrizar, además, que durante varios días posteriores al desastre se mantuvo levantada sobre la ciudad, una espesa nube de polvo que, junto a la neblina de la zona, hacía difícil la observación de las aeronaves que sobrevolaban el lugar.
Se decidió, emplear personal de paracaidistas, designándose a la 48va Comandancia de la Guardia Civil, denominados los “Sinchis”, acantonados en Mazamari (Región Junín). Inicialmente fueron seleccionados Sesenta (60) efectivos, con el transcurrir de los días llegaron a ser 114 efectivos que participaron en esta Operación aerotransportada.
El 3 de junio de 1970, al mando de su Jefe de Unidad, el Comandante GC Ernesto AGUILAR HEREDIA, salieron los dos primeros aviones C-47 de la FAP, con 30 paracaidistas “Sinchis” cada uno, rumbo a la zona de desastre. No se veía casi nada, por la mezcla de la neblina y la polvareda que permanecía sobre la ciudad, durante el salto empezó a faltarles el aire, no solo por la altura, sino porque estaban respirando puro polvo, según el relato de algunos protagonistas.
Los niños sobrevivientes, hoy adultos entre los 60 a 70 años de edad, rememoran muchas vicisitudes, como que los pocos alimentos comenzaron a escasear conforme iban llegando más sobrevivientes en el transcurrir de las horas, no había mantas ni techo para protegerse, había desesperación al no encontraban más medios para seguir sobreviviendo, la gente lloraba y rogaba a Dios que los ayude, que los proteja.
Cuando ese día 3 de junio, los niños empezaron a gritar, que Dios había escuchado sus ruegos y había enviado sus Ángeles, que por el color de sus ropas eran los “Ángeles Verdes”, que iban descendiendo del cielo y traían consigo alimentos y ayuda.
Las tareas realizadas por los “ANGELES VERDES”, fueron: remoción de escombros para rescatar heridos, entrega de alimentos, así como carpas para ir habilitando un área de refugio, seguridad contra el pillaje, entrega de medicinas, incluso recuerdan que inicialmente había un solo enfermero, muchos de ellos tuvieron que aprender rápidamente a poner inyecciones, vacunar a la gente para evitar epidemias, hacer entablillados para tratar facturas. Asimismo, otra de las tareas principales fue la de habilitar una pista de aterrizaje de emergencia a fin de que se pudiera recibir la ayuda humanitaria a través de un puente aéreo, tareas que permitieron aminorar la tragedia.
Este 31 de mayo, se cumplirá 52 años de uno de los más catastróficos desastres sufrido por nuestra sociedad, así como de la primera la primera operación policial aerotransportada de rescate a víctimas por desastres naturales en Latinoamérica. Honor y Gloria para esos héroes de nuestra Policía, los “SINCHIS”, que también fueron conocidos como los “ANGELES VERDES”, que honraron con su accionar el Lema que los distingue: “SOLO MERECE VIVIR QUIEN POR UN NOBLE IDEAL ESTÁ DISPUESTO A MORIR”.
ES IMPORTANTE TENER SIEMPRE PRESENTE, A MANERA DE CONCLUSIONES LO SIGUIENTE:
Estamos ubicados en una zona sísmica, con 276 años de silencio sísmico, por ende, la liberación de energía acumulada, originará un sismo de gran magnitud.
Existe una exigua conciencia de seguridad sobre los peligros de origen natural. A lo que se le suma la precariedad, el informalismo en la construcción, al abandono estatal, la falta de prevención y la normal dejadez de los ciudadanos desinformados.
La falta de interés en la parte preventiva a cargo del Estado, en cada nivel de Gobierno, es porque siguen aferrados a que su función solo es reactiva, lo cual comprueba la falta de capacidades y de entendimiento.
Loable son las acciones preventivas, en base a la tecnología y a las buenas prácticas foráneas, como es la implementación del futuro Sistema de Alerta Temprana (en el caso de sismos), previniendo con apenas algunos segundos el fenómeno natural. Con el tiempo, veremos su efectividad.
Los escasos simulacros aprobados por el Estado, se han convertido en show para la prensa, los protagonistas son de las entidades de primera respuesta, en lugares pre establecidos, pero lo cierto, es que a la población no les interesa, pues siguen con sus quehaceres propios. Es “un saludo a la Bandera”.
Por último, han pasado 52 años de una acción descollante por parte de un grupo de paracaidistas de la Policía, pertenecientes a la 48va Comandancia “Los Sinchis”. Ellos, actualmente en situación de retiro, pues bordean una edad promedio a los 75 años, algunos de ellos ya han partido a la eternidad. Por ende, es menester de que la Institución y sobre todo la Nación, siga manteniendo ese legado mediante el reconocimiento constante y la difusión de sus actos a las nuevas generaciones.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
INEI, POBLACIÓN DEL PERÚ TOTALIZÓ 31 MILLONES 237 MIL 385 PERSONAS AL 2017, Nota de Prensa Nº 108 del 25 de junio de 2018, Censo 2017.