ENTRE LA REALIDAD Y LA FICCIÓN

Por Gral. Brig. (r) Carlos A. Vásquez Ames
Maestro en Relaciones Internacionales
Código ORCID: 0000-0003-3049-2299

El mejor regalo de cumpleaños que recibí de mi padre fue el libro titulado “Ivanhoe” de Sir Walter Scott, una obra literaria ambientada en Inglaterra a finales del siglo XII, durante el reinado del Rey Ricardo I conocido como “Ricardo Corazón de León”. Ahí empezó mi afición por la historia, tal vez, mediante una obra literaria en donde se mezcla la realidad con la ficción. Increíblemente Walter Scott -escocés de nacimiento- fue el primero en escribir novelas históricas.

Portada del Libro Ivahoe de Editorial Juventud. Ilustración de; H. Scott, Adrien Marie Lix y Riou Scott. Enlace: https://www.editorialjuventud.es/ivanhoe-9788426135674/

Posteriormente como militar la historia siempre ha estado presente en mis estudios, pues resulta indispensable para un soldado el conocimiento de esta materia – en las academias militares se estudia la Historia Militar -, ella nos permite conocer y comprender los diferentes escenarios donde se desarrollaron las grandes guerras y batallas de la historia, así como analizar las estrategias y tácticas empleadas por los distintos mandos militares y cuales fueros sus aciertos y desaciertos.

La primera forma de contar la historia del mundo se dio hace 40,000 años aproximadamente con las primeras pinturas rupestres, descubiertas en 1994 al interior de la cueva de Chauvet en Francia, esta cueva contiene en su interior 1963 figuras y constituye la décima parte del arte paleolítico descubierto en Francia (ALTARES 2020: 19-39). Posteriormente con los Sumerios, una de las primeras civilizaciones en la región de Mesopotamia hace 3,500 años a.C. (KRAMER 1985: 9-17) aparecen las primeras escrituras protocuneiformes plasmadas sobre tablillas de barro a modo de signos-palabras (PODANY 2016: 34-49). Cabe mencionar que después de los sumerios en la región de Mesopotamia se desarrollaron otras civilizaciones: Acadia, Asiria y Babilonia (JAGUARIBE 2001: 89-124).

Con el desarrollo de la escritura se comienza a contar la historia del mundo, inicialmente a través de signos cuneiformes, jeroglíficos plasmados sobre tablillas de barro, piedras, madera, pieles y papiros. Estos escritos permitieron conocer y comprender la organización política, social, económica y religiosa de aquellas civilizaciones. Otra manera de contar la historia fue a través del arte arquitectónico, la escultura, la pintura y la orfebrería, estas obras también nos han permitido conocer y entender a estas civilizaciones.

Existen diversos textos escritos en el mundo antiguo y que aún son fuentes de consulta y lectura, entre ellos tenemos “La Iliada”, “La Odisea” (Homero), “Los Nueve Libros de la Historia” (Heródoto), “Historia de la Guerra del Peloponeso” (Tucídides), “Historias” (Polibio), “La Segunda Guerra Púnica” (Tito Livio), “Los Doce Cesares” (Suetonio), “La Eneida” (Virgilio), entre otros. Uno de estos textos escrito en la antigua Grecia fue, “Historia de la Guerra del Peloponeso” de Tucídides, libro que narra con gran detalle la guerra entre Esparta y Atenas, una guerra que duro más de 20 años y que generó una epidemia que ocasionó miles de pérdidas humanas, uno o dos tercios de la población ateniense (CARTWRIGHT 1972: 15-17). También existen obras sobre tratados filosóficos, matemáticos, políticos, literarios, entre otros.

Dos obras clásicas del mundo antiguo llaman mi atención – las mismas que hasta la fecha son lecturas indispensables en las escuelas y universidades – “La Ilíada” y “La Odisea”, poemas épicos escritos por Homero. La primera trata sobre la Guerra de Troya entre aqueos y troyanos, centrándose en la ira de Aquiles; la segunda trata sobre el retorno de Odiseo a Ítaca, después de haber participado en la Guerra de Troya. Como sabemos la ciudad de Troya fue descubierta por Heinrich Schliemann a finales del siglo XIX, no se ha podido determinar aún si en realidad esta guerra sucedió, pero si es cierto que la ciudad de Troya fue arrasada y destruida aproximadamente en el año 1200 a.C. (ALTARES 2020: 63-80).

Por dos razones he citado los poemas épicos de Homero, la primera es, que estas obras fueron escritas en el siglo VIII a.C., y la ciudad de Troya fue arrasada en el siglo XIII a.C., es decir 500 años antes; la segunda es el grado de realismo con que describe Homero la guerra de Troya en “La Ilíada”, haciendo una mezcla entre la realidad y la ficción. Citando a la historiadora Caroline Alexander:

“Creo que la razón por la que leemos la Ilíada generación tras generación, y el motivo por el que esta historia está tan viva para nosotros tantos siglos después, es porque describe la guerra de una forma sincera y precisa…” (ALTARES 2020: 63-80). Tal vez Homero fue uno de los primeros autores en amalgamar la realidad con la ficción.

El historiador británico Thomas Macaulay dijo: “La historia es a veces ficción y otras veces es teoría” (SCHAMA 1992: 62-65); a lo largo del tiempo se han escrito diversas novelas históricas que abordan diferentes edades, etapas, momentos y hechos de la historia universal. Estas obras se ven enriquecidas por los detalles del ambiente, la vestimenta, los alimentos, el dialogo de sus personajes, así como el detalle de las batallas y guerras que se llevaron a cabo, de manera tan real que el lector sin darse cuenta se transporta imaginariamente en el tiempo y vive de manera intensa la obra. Algunas obras literarias ambientadas en distintas épocas que he podido leer: “Africanus” (POSTEGUILLO 2017 t I.II y III), “El Etrusco” (WALTARI 2012: 1-636), “Teutoburgo” (BALDER 2013 t I, II, III y IV), “Martyrium, El Ocaso de Roma” (CASTELLANOS 2013: 1-661), Napoleón vs. Wellington (SCARROW 2016 t I, II, III y IV), “1879” (THORNDIKE 1979: 1-404), “Tradiciones Peruanas” (PALMA 1968: 1-1783), etc. Obras literarias que por su contenido y detalle me ha permitido complementar el aprendizaje de la historia universal. Asimismo, una lectura que considero indispensable para el estudio y comprensión de documentos históricos es, “Fuentes de La Historia Universal” (KISHLANSKY 1999: 1-446), donde el autor establece tres niveles de preguntas que facilitan el análisis crítico de los textos leídos.

REFLEXIONES FINALES

a. Para un militar el conocimiento de la historia es de gran importancia porque le permite conocer cómo se desarrollaron las diferentes civilizaciones a través del tiempo, cuál fue su organización política, social, económica, religiosa y militar, asimismo las causas que originaron su decadencia y desaparición.

b. El aprendizaje de la historia universal permite comparar las antiguas civilizaciones con la actual, así como ver cuánto de estos conocimientos y descubrimientos siguen perdurando a través de los años en nuestra vida diaria como personas y seres humanos.

c. El historiador Ibn Jaldún escribió: “La historia consiste en meditar, en esforzarse por encontrar la verdad, en explicar con precisión las causas y los orígenes de los acontecimientos, y en conocer a fondo por qué y el cómo de las cosas” (JALDÚN 2008: 1314)

d. Considero muy importante como complemento de aprendizaje adicional a los textos de historia, la literatura histórica en donde se mezcla la realidad con la ficción, permitiendo al lector historiador, cimentar sus conocimientos de historia mediante un viaje imaginario a través del tiempo. El escritor George R. R. Martin dijo: “Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una”, yo escribiría: “Un historiador vive muchas épocas y periodos antes de morir”.

BIBLIOGRAFÍA

  • Altares Guillermo (2020) Una Lección Olvidada, Viajes por la Historia de Europa. Tusquets Editores. Barcelona – España.
  • Balder Artur (2013) Teutoburgo: El Último Querusco. Ediciones B, S.A. Barcelona -España.
  • Balder Artur (2013) Teutoburgo: Liberator. Ediciones B, S.A. Barcelona – España.
  • Balder Artur (2013) Teutoburgo: La Batalla del Destino. Ediciones B, S.A. Barcelona -España.
  • Balder Artur (2013) Teutoburgo: Crepúsculo de Ases. Ediciones B, S.A. Barcelona – España.
  • Cartwright Frederick F. (2005) Las Grandes Pestes de la Historia. Editorial El Ateneo. Buenos Aires – Argentina.
  • Castellanos Santiago (2013) Martyrium, El Ocaso de Roma. Ediciones B, S.A. Barcelona – España.
  • Homero (2004) La Iliada. Editorial Sol 90. Lima – Perú.
  • Homero (2004) Odisea. Editorial Sol 90. Lima – Perú.
  • Jaguaribe Helio (2001) Un estudio Crítico de la Historia. Tomo I. Fondo de Cultura Económica. Mexico.
  • Jaldún Ibn (2008) Introducción a la Historia Universal (Al-Muqaddima). Editorial Almuzara, S.L. Córdoba – España.
  • Kramer Samuel Noah (1985) La Historia Empieza en Sumer. Ediciones Orbis, S.A. Barcelona España.
  • Kishlansky, Mark A. (1999) Fuentes de la Historia universal. Volumen 1. Ediciones Parainfo. Madrid – España..
  • Palma Ricardo (1968) Sexta Edición. Aguilar S.A., de Ediciones Juan Bravo Madrid – España.
  • Podany Amanda H. (2016) El Antiguo Oriente Próximo: Una Breve Introducción. Alianza Editorial. Madrid – España.
  • Posteguillo Santiago (2017) Libro I: Africanus, El Hijo del Cónsul. Ediciones B, S.A. Barcelona – España.
  • Posteguillo Santiago (2015) Libro II: Las Legiones Malditas. Ediciones B, S.A. Barcelona – España.
  • Posteguillo Santiago (2015) Libro III: La Traición de Roma. Ediciones B, S.A. Barcelona – España.
  • Scarrow Simon (2016) Napoleón vs Wellington I: Sangre Joven. Edhasa. Barcelona – España.
  • Scarrow Simon (2016) Napoleón vs Wellington II: Los Generales. Edhasa. Barcelona – España.
  • Scarrow Simon (2016) Napoleón vs Wellington III: A Fuego y Espada. Edhasa. Barcelona – España.
  • Scarrow Simon (2016) Napoleón vs Wellington IV: Campos de Muerte. Edhasa. Barcelona – España.
  • Schama Simon (1992) En Busca de la Musa de la Historia. Revista Faceta N° 3.
  • Thorndike Guillermo (1979). 1879. PROMOINVEST. Compañía de Inversiones S.A. Lima – Perú.
  • Waltari Mika (2012) El Etrusco. Edhasa. Barcelona – España.

LAS BATALLAS DE SAN JUAN Y MIRAFLORES

Por Gral. Brig. EP Juan Urbano Revilla
Centro de Estudios Históricos Militares del Perú
Integrante de la 86a. Promoción de la EMCH “De los Héroes de San Juan y Miraflores”

LA BATALLA DE SAN JUAN, 13 ENE 1881

Chorrillos después de la batalla. Al fondo está el Morro Solar, en cuyas alturas están las antenas de televisión. A la derecha, el Salto del Fraile. Acuarela de Rudolph de Lisle. Enlace web: http://elinaresm.blogspot.com/2011/01/la-batalla-de-san-juan-y-chorrillos.html

La primera línea de defensa de la zona de San Juan, estaba desplegada en cuatro cuerpos. El primero, a la derecha, con unos 5,200 hombres bajo el mando del Coronel Iglesias; el cuarto, al centro, con unos 4,500 hombres comandados por el Coronel Cáceres; el tercero, a la izquierda, con unos 4,300 soldados al mando del Coronel Pastor Dávila; y la reserva, constituida por el segundo cuerpo a órdenes del Coronel Suarez.
A las 0430 horas, se detecta el avance chileno cubierto bajo la neblina, y se inician los fuegos por el sector del coronel Cáceres, que protegía el batallón del coronel Pablo Arguedas, quien sucumbió en el fragor de la lucha. La batalla se generalizó en todos los frentes, volviéndose encarnizada. A mitad de la mañana, los cuerpos del centro y de la izquierda peruana, empezaron a ceder ante la masa y potencia de fuegos del enemigo, la mayor parte de los combatientes perdían sus vidas con furia, pelearon allí las tropas de línea incluidos los legendarios niños CABITOS; los peruanos resistieron al máximo cayendo heroicamente por millares, sin dar la espalda al enemigo. Entonces, por un lado, la tarea era reorganizar a los dispersos; mientras, por otro lado, el combate se concentraba en la derecha peruana.

EN EL MORRO SOLAR

La defensa del Morro Solar fue el último bastión donde se luchaba al ingresar la tarde. Iglesias y sus tropas se batieron con bravura, rechazando los ataques que ya circundaban su posición, llegando a lanzar contraataques. Cáceres, con unos 400 hombres se enrumba en auxilio de Iglesias; de igual manera, el bravo coronel Recavarren entró a Chorrillos por la calle Lima con los batallones Áncash Nº 25 y Jauja Nº 23. No obstante, estas unidades son enfrentadas por mayores fuerzas del enemigo, por lo que se repliegan con grandes pérdidas de vidas. El enemigo recibía más refuerzos, entonces, 12 regimientos chilenos reforzados llegan a la cumbre del morro, obteniendo una proporción de cuatro a uno sobre los defensores; se pelea allí a la bayoneta, cuerpo a cuerpo, por dos horas, hasta las dos y media de la tarde, cuando es doblegada la resistencia de Iglesias. Los jefes y soldados peruanos lucharon con admirable valor y con entrega sin desmayo hasta la muerte; prueba de ello es que de los 5,200 hombres que pelearon al mando de Iglesias, solo quedaron 280 que fueron hechos prisioneros por el enemigo.

DESTRUCCIÓN DE CHORRILLOS Y BARRANCO

Empero, si Chile alcanzó la victoria en los campos de San Juan, ello se convirtió en infamante triunfo, al ser mancillado el honor de su ejército convertido en soldadesca con permisiva indolencia de sus propios jefes, ya que a la batalla siguió la barbarie contra la población de Chorrillos y Barranco: saqueos, asesinatos, violaciones, destrucción, incendios y hasta matanza de bomberos; con lo cual, configuraron una de las páginas más negras de la historia militar, de la cual ningún ejército podrá enorgullecerse.
De ello, bastará unas líneas del historiador chileno Vicuña Mackena: “ensañados los centauros de Chile en sus sables, no dieron cuartel a prófugos ni a rendidos”… “Y todavía eso no sería todo porque vagaban (los soldados chilenos) por entre maderos calcinados y las cenizas calientes de Chorrillos, batiéndose en cada puerta, de azotea en azotea, de tronera en tronera, vida por vida, la matanza en pos de la matanza, la embriaguez del alcohol en pos de la sangre calcinada, grupos de soldados de todos los cuerpos… se entregaban a brutal orgía, arranques de nuevos y más dolorosos sacrificios…”. Concluye Vicuña: “La noche de Chorrillos será, de todos modos, una fecha lúgubre en la historia de la república (de Chile)…”.

LA VOLUNTAD DE LUCHA

La noche del 13 de enero, ardiendo Chorrillos, los coroneles Cáceres y Canevaro, propusieron realizar un supremo esfuerzo y emplear las tropas remanentes de San Juan para lanzar un ataque sorpresa esa misma noche contra los chilenos. Esta iniciativa, fue desechada por el dictador Piérola, carente de decisión y del coraje necesario en los momentos más críticos. Como refiere el historiador peruano Mariano Felipe Paz Soldán, “nos faltó un caballo de troya”.
El ejército peruano fue derrotado en San Juan, pero no destruido, ni rendido, ni aniquilado, sus jefes, sus tropas, continuarían la lucha, y llegaría de inmediato, el turno en el sacrificio de Miraflores.

COROLARIO

Que la memoria de los valerosos soldados de la Batalla de San Juan, permanezca en el altar de los justos que ofrendaron sus vidas en la negrura de la contienda y destrucción aplicada por el invasor, y su sacrificio se eleve a la eternidad sobre la luz de las llamas, para dar sereno brillo al homenaje perpetuo que les debemos todas las generaciones de peruanos.

La línea peruana de San Juan después de la batalla. Acuarela de Rudolph de Lisle. Enlace web: http://elinaresm.blogspot.com/2011/01/la-batalla-de-san-juan-y-chorrillos.html

¡HONOR Y GLORIA A LOS DEFENSORES DE LIMA EN LA BATALLA DE SAN JUAN!

LA BATALLA DE MIRAFLORES, 15 ENE 1881

Acuarela de 1881 de Rudolph de Lisle: El asalto del Reducto n.º 2 de Miraflores, 2da línea de defensa, reductos protegidos por muros de adobe con troneras, defendidos por fusileros. Enlace web: https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Miraflores#/media/Archivo:Asalto_reducto_2_batalla_de_miraflores.jpg

El 15 de enero de 1881, llegó el turno de Miraflores, de los restos del ejército de línea luego de San Juan, de la reserva conformada por la civilidad armada de prisa, de muchos quienes antes tuvieron incomprensión de los asuntos militares pero que tomaron las armas con honor. Entonces, cuando aún emanaba el tizne del holocausto de Chorrillos y Barranco, estando en curso un armisticio entre las partes con inclusión del cuerpo consular extranjero en la capital, los chilenos aprovechan esta situación para adelantar sus líneas violando el breve acuerdo; con lo cual, a las 2 y 20 de la tarde se desencadena la batalla en la última línea defensiva de Lima.
En Miraflores lucharon hijos, hermanos, padres y amigos, hasta caer juntos, militares y civiles, ricos y pobres, en aquellos reductos donde a la hora de la batalla todas las almas son iguales. Allí estuvieron también los heroicos CABITOS, aquellos niños legendarios de la Escuela de Clases, que desde el primer clarín de la guerra derrocharon patriotismo y entusiasmo, pelearon en la campaña del Sur, para luego de 20 meses, ya diezmados, llegar a Lima y unirse a su defensa hasta expirar por la Patria.
En la defensa de Lima, mayor aun resultó el sacrificio que realizó la nación, al ofrendar su mejor tesoro: su juventud y su futuro, generaciones promisorias de lozanos peruanos que, a costas de sus cortas vidas, se inmolaron por el Perú; junto a ellos, cayeron también los hombres ilustrados encargados de conducir los destinos peruanos, los hombres de honor y valía, entre estos, los jefes militares y los civiles uniformados, abogados, diplomáticos, jueces, ingenieros, contadores, empleados públicos, comerciantes, profesores y alumnos, periodistas y gente de múltiples oficios.
Por ello, no es posible olvidar el sacrificio del pueblo peruano, de las familias enteras, el heroísmo de los combatientes que en la hora máxima iluminaron este dantesco escenario con el fulgor resplandeciente de la gloria y no omitieron nada por servir a la patria, dejando un Perú herido, con sus hombres cubiertos de plomo y desgarrados por el corvo, destrozados sus cuerpos y hecha añicos nuestra bandera, pero no humillado, ni rendido.

Óleo de Juan Lepiani (1864-1932) que representa una escena de la batalla de Miraflores, encuentro librado por la defensa de Lima. Enlace web: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/20/El_tercer_reducto.jpg

“GLORIA INMARCESIBLE A LOS HÉROES DE MIRAFLORES, A LOS CABITOS Y A LOS CIUDADANOS INMOLADOS, QUIENES DESDE EL ALTAR DE LA PATRIA PROCLAMAN A LA POSTERIDAD:
¡LODO… LODO ESO NUNCA! … ¡SANGRE ANTES QUE EL LODO!”